casa enredadera
mi casa
respira naturaleza
las enredaderas invaden
y se cuelan junto a la luz
pertenece
a los claveles del aire
y a las chicharras
es así que
en esta tierra
deshabitada de palabras
somnolienta
como las islitas
que jamás pisé
me crío
salvaje y con miedo
en esta casa
que me enseñó
a abrirme
a no pisar cabeza
a pensar en un otro
casi tan otro
que quede más de una vez
fuera de foco
extiendo mis brazos
que casi son hojitas
tambaleantes
que no paran ni un segundo
de crecer
de ahondar superficies
postes nidos
me expando en matorrales
yuyitos de cuneta
flores de beso blanco
cañas
ceibos y caguas
y me fundo en la maldita ciudad
en la bendita tierra
que mira al sol
esperando ver
la muerte de alguna estrella
que me conecte al primer chasquido
donde alguien que no se si existe
dijo:
"hágase la luz"
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